sábado, 12 de noviembre de 2011

Es la política no la naturaleza





El asunto es tan sencillo que no lo podemos ver. Todo el mundo dice que contra la naturaleza no hay nada que hacer. Que estas lluvias son obra de dios, del fenómeno de la niña o del niño o del calentamiento global, pero no es cierto. No del todo.


Desde la conferencia de Tibilisi en el 72 se viene insistiendo en que la degradación de las condiciones vitales del planeta debidas a la contaminación eran prioridad en la agenda de los gobiernos. Es increíble ver los documentos de hace tantos años. La claridad y la capacidad para predecir lo que pasaría si los gobiernos continuaban utilizando combustibles fósiles y energía atómica para hacer funcionar la industria.


Si aceptamos que la política es el gobierno sobre los bienes públicos y que el patrimonio público más importante es aquel que permite la vida, es decir el agua, el aire respirable, la tierra sana y el ambiente propicio para la vida en condiciones de dignidad entonces también aceptemos que el estado del planeta y de sus condiciones para la vida humana es un asunto de decisiones políticas.

Nada de que contra la naturaleza no se puede. Lo que "no se puede" es contra el sistema capitalista y los gobiernos que no ven más allá de intereses particulares y menores.

Cada centímetro cúbico de lluvia que ha caído de más en Colombia es responsabilidad de los gobiernos del planeta. El asunto es que llueve aquí, pero la contaminación que causó esas lluvias es responsabilidad de cada país que ha contribuido con su cuota de CO2.

El fenómeno del niño, de la niña y el incremento de los periodos de lluvia y sequía son causados por la intervención humana y, en algo , podrían ser revertidos. El deslizamiento de barrios, su inundación, la caída de carreteras es consecuencia de la falta de planeación y de estudios sobre los terrenos, así como la falta de programas de mantenimiento y supervisión.

Con frecuencia descubro que mis estudiantes no tienen nociones claras de Biología y de Ecología. Este vacío educativo genera que creamos en lo evidente, por ejemplo que las lluvias son las responsables des desmoronamiento de las carreteras, y no veamos las causas profundas de los problemas ambientales. Cada vez que una persona compra un automóvil movido a gasolina, cada vez que una persona viaja sola o en auto de gran cilindraje, cada vez que escogemos neveras con CFZ estamos contribuyendo al calentamiento del planeta y al cambio climático.


Cada vez que nos resignamos a “que sea lo que la naturaleza quiera” estamos, en realidad, aceptando un estilo de vida que privilegia el dinero y el consumo antes que la salud planetaria del agua, la atmósfera,el clima y los suelos. Cada decisión sobre nuestro país o sobre su naturaleza es una decisión sobre la vida que tendremos.

Esto incluye las decisiones sobre la minería, que no son, como me decía un taxista hace unos días, decisiones sobre la belleza del paisaje sino decisiones sobre nuestra salud. Estamos constituidos en mas del 70% de agua y esa agua la tomamos de nuestro entorno, por tanto si el agua del entorno está contaminada con metales pesados, nuestro cuerpo también lo estará: Somos el medio que nos rodea, este planeta es nuestra placenta, de él nos nutrimos, dentro de él vivimos: No hay afuera.