martes, 19 de enero de 2010

La ciudad y la contemplación:El espacio de Marcovaldo

En un libro de Italo Calvino llamado Marcovaldo aparece un conflicto muy actual. Los hombres que vivieron su ñinez en contacto con el campo y ahora se enfrentan al espacio urbano como espacio vital. Es diferente esta experiencia a la de los niños que han nacido y crecido en la ciudad y han tenido mínimo contacto conla oportunidad de perder horas contemplando la naturaleza, observando insectos,viendo las nubes pasar.
Marcovaldo sólo conoce la naturaleza y por esto su concepto de belleza está signado por ella. Él busca las flores, las hierbitas nacientes,los pequeños riachuelos, los hongos que crecen de la humedad como los signos de la vida y , por supuesto, se lleva desilusiones cada vez mayores.La ciudad no está hecha para contemplar.Pero él insiste y busca el cielo y las estrellas aún por sobre las luces de neón que impiden ver las constelaciones.
¿Marcovaldo es un tonto? ¿un snob? ¿un desocupado? Tal vez. Y eso precisamente lo hace un hombre libre. En el sentido de que su tiempo, que es a la vez su dinero y su riqueza, es invertido exclusivamente para su solaz y ese placer lo obtiene de la capacidad de mirar el mundo y sorprenderse.En un mundo en el que un minuto es traducido a cifras en oro y plata Marcovaldo desperdicia su tiempo a manos llenas y esto lo hace feliz y de paso hace felices a los otros.
Para los griegos un hombre era definido por lo que hacía con su tiempo libre. Ellos aspiraban a tener todo el tiempo libre pues era en ese uso en que los hombres se hacían a sí mismos, se conocían, se cuidaban y pensaban por sí mismos, es decir: Obtenían la autonomía, el gobierno de sí.
Queda , con esta reflexión sobre Marcovaldo abierto este espacio para los contempladores de la vida y sus multiples y cotidianas manifestaciones. Desperdiciemos nuestro tiempo en la contemplación y dediquémonos al cultivo de nuestros sentidos hasta la erudicción.Usemos nuestros sentidos para encontrar la unión con el mundo y , tal vez, el propósito de nuestra existencia.
Martha Fajardo Valbuena

2 comentarios:

  1. Desocupada estoy aqui... desocupada dueña de mi tiempo, escuchando 187 canciones de Sosa y pensando sobre la Contemplación, precisamente estaba leyendo un libro de poesía china y con ella pienso que la Contemplación nos manifiesta el espíritu de la vida. Entonces huelo, palpo, saboreo, miro y escucho sin restricciones dejando que lleguen a mi los colores, las formas, las texturas, los perfumes y los condimentos.

    ResponderEliminar
  2. "Now she sits by the riverside
    Watching the waters glide by with a sigh
    And the things she put faith in
    Are ripples waving her by a sigh"

    ResponderEliminar